Los Yokai (yōkai) (妖怪), traducidos como espectros, espíritus o demonios, son criaturas que habitan el folclore japonés. Sus raíces se encuentran en el sintoísmo, la religión originaria y más antigua de Japón, que significa “Camino de los dioses” o “Senda de Kami”. Los Kami son espíritus que habitan en personas, ríos, rocas, árboles y animales, con características especiales que generan respeto en los espacios que habitan.
En un principio, los Yokai (yōkai) eran concebidos como seres incorpóreos. Sin embargo, con la introducción del budismo en el siglo VI, estas filosofías se mezclaron, dando origen a una gran variedad de dioses con la capacidad de adoptar formas humanas. Entre ellos se encuentran los Yokai (yōkai), seres que, según la tradición japonesa, habitan entre el mundo humano y el espiritual.
Origen e historia
El artista Tosa Mitsunobu (1434-1525) nos ofrece una de las primeras descripciones vívidas de los Yokai (yōkai). En su obra “Gazu Hyakki Yakō” (Desfile de los cien demonios), plasma su experiencia en un templo abandonado donde presenció una procesión fantasmal de estas criaturas. Desde entonces, su representación ha permeado el imaginario nipón a través de la literatura, la pintura y otras expresiones artísticas.
Percepción y evolución
Si bien en la actualidad los Yokai (yōkai) pueden parecernos seres fantásticos, para los antiguos japoneses eran entidades tan reales como tangibles. Formaban parte de un sistema de creencias mágico-religioso que buscaba explicar los fenómenos naturales y las fuerzas invisibles que rodeaban al ser humano.
A pesar de la evolución de las creencias a lo largo del tiempo, los Yokai (yōkai) aún conservan cierto halo de misterio y siguen presentes en la cultura popular japonesa. Se realizan ceremonias de purificación para ahuyentarlos de lugares u objetos, y su fascinante legado continúa inspirando a artistas, escritores y creadores de todo el mundo.
Más allá del bien y del mal
Para comprender la naturaleza de los Yokai (yōkai), es crucial desvincularse del concepto occidental de “demonio”. La visión oriental del bien y del mal no se basa en una dicotomía rígida, sino que ambos coexisten en un equilibrio dinámico. Esta característica ha permitido que los Yōkai sean representados no solo como seres malévolos, sino también como entidades traviesas, protectoras o incluso cómicas.
El fenómeno Yokai (yōkai) en la historia
Hasta que llegó la aceleración de la representación yokai (yōkai) durante el periodo Edo, donde la cultura se empieza a urbanizar y masificar. Pasaron a ser historietas humorística conocida como kusazoshi, pequeños textos con imágenes, en un principio dirigidos a público infantil, aunque con el tiempo estas tramas se vuelven más inteligentes y complejas, dándo lugar a historias más maduras, como ocurre en el caso de yomihon, pequeñas novelas que retomaban leyendas y contenían más texto que ilustraciones, donde los yokai (yōkai) eran a menudo los protagonistas. Pese a que los yōkai iniciaron el periodo Meiji en plena popularidad y siendo parte del imaginario colectivo de los japoneses, la occidentalización del país en este periodo desembocó que estos seres sobrenaturales pasaran a ser dioses del entretenimiento, a supersticiones y cuentos anticuados para renacer a través del manga, anime y los videojuegos.
Pero con el paso del tiempo, se volvería a recuperar su popularidad, los yokai (yōkai) se volvieron objeto de estudio desde la perspectiva histórica e interés por las raíces de estos seres que hoy vuelven a ser un fenómeno en Japón.
Hasta la explosión del fenómeno Yokai (yōkai) durante el período Edo, la cultura japonesa se encontraba en un proceso de urbanización y masificación. Esta época vio nacer las historietas humorísticas conocidas como kusazoshi, pequeños textos con imágenes que, inicialmente iban dirigidos al público infantil, con el tiempo se tornaron más complejos, dando lugar a historias maduras como las del género yomihon. Obras como Tono Monogatari (Mitos populares de Japón. Leyendas de Tono) de Kunio Yanagita o Gazu Hyakki Yakō (Guía ilustrada de monstruos y fantasmas de Japón) de Sekien Toriyama, con sus detalladas ilustraciones de yokai (yōkai), consolidaron su presencia en el imaginario colectivo.
Pese a iniciar el período Meiji con gran popularidad, la occidentalización del país relegó a estos seres a un segundo plano, considerándolos como supersticiones y cuentos anticuados. Sin embargo, su reinterpretación en el manga, anime y videojuegos les brindó una nueva vida, permitiéndoles conectar con las nuevas generaciones.
En la actualidad, los yokai (yōkai) se han convertido en un objeto de estudio desde una perspectiva histórica, buscando comprender las raíces de estas fascinantes criaturas. Este renovado interés ha impulsado la creación de nuevas obras que reinterpretan y reimaginan a los yokai (yōkai) para el público contemporáneo.
Tipos de Yokai (yōkai) en el folclore japonés
La amplia variedad de yokai (yōkai) en el folclore japonés abarca desde animales mágicos hasta transformaciones humanas, pasando por ogros, espíritus y objetos inanimados. Entre los tipos más reconocidos encontramos:
- Animales yokai (yōkai): Poseen magia innata y a menudo imitan la forma humana, especialmente la femenina. Algunos ejemplos son el zorro kitsune, el perro mapache tanuki y la araña jorōgumo.
- Transformaciones humanas: Surgen cuando las personas experimentan una muerte horrible o emociones extremas, impidiéndoles abandonar el mundo físico. Un ejemplo es el onryō, un espíritu vengativo de una mujer fallecida.
- Oni: Ogro de la montaña, generalmente representado con piel roja o azul, cuernos, colmillos y una maza de hierro. Puede ser un ser malvado o la encarnación de una fuerza natural ambivalente.
- Obake y bakemono: Yokai (yōkai) que cambian de forma temporal, ya sea animales o espíritus de plantas como el kodama. Se diferencian de los espíritus de los muertos.
- Tsukumogami: Objetos cotidianos que cobran vida tras alcanzar cien años. Algunos ejemplos son el zorigami, un paraguas que se convierte en un 妖怪, o el bakeneko, un gato que se transforma en una mujer.
- Misceláneos: Abarcan desde perversiones y criaturas comunes hasta nuevos tipos de duendes. Entre ellos encontramos al kappa, un humanoide con forma de tortuga, o al amabie, un yokai (yōkai) con forma de pez con pico de ave que se dice que trae buena suerte.
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