Ese color verde que les sale a las estatuas de bronce, al igual que les ocurre a las hojas con el amarillo, bien podría ser el color del tiempo, como le sucede al Gran Buda de Kamakura. La célebre estatua, conocida como Daibatsu (Gran Buda), se encuentra en la ciudad de Kamakura (ÈéåÂÄâÂ∏Ç), en la isla de Honshu, a cincuenta kilómetros de Tokio, y mide unos catorce metros de altura. Se diseñó siguiendo el ejemplo del Buda de Nara – una estatua aún más grande – y es un buda del tipo Amida (Èòøº•Èôĉªè), o AmitƒÅbha (salvador) cuyo peso es de ciento veinte toneladas. Comenzó a construirse en 1252 y se terminó tres años después y se enmarca en el templo de Kotokuin.
La construcción de tan magna obra no es casual y es que Kamakura es una de las ciudades más importantes del budismo, muy influida por los chinos budistas que llegaron a Japón huyendo de la invasión de los mongoles. Por ello la ciudad está llena de templos y santuarios, y en ello contribuyó mucho el shōgun Yoritomo Minamoto (Minamoto no Yoritomo).
Se cuenta que esta descomunal estatua estaba guarecida, al igual que la de Nara, dentro de un santuario de madera pero dicho edificio fue destruido por un tsunami. La estatua ha sobrevivido a todas las catástrofes (incluida el tsunami), lo que parece una señal divina. Sin duda si fuera budista – incluso no siéndolo – me parecería ver la huella divina en esta resistencia a lo largo de los siglos. Los ateos dirán que tenía buenos cimientos, y puede ser, pero por qué no ha sobrevivido el resto del templo. Aunque – ahora viene el bajón – la anterior estatua, que ocupaba el lugar de la actual no resistió porque era de madera, por ello se decidió un material más resistente como el bronce.
Los rasgos del Buda transmiten una serenidad y una paz única, así que aunque no seas creyente puede ser una experiencia de relax y meditación el acercarse a verlo. Se puede ir en tren JR desde Tokio (desde la estación Shinjuku) o también en autobús. En la zona puedes visitar también los templos de Hasedera, Shokozan-Tokeiji, Meigetsu-in, Kencho-ji, Jochiji, Hase-Kannon, Engaku-ji y el santuario de Tsurugaoka Hachiman-g≈´. Además, muy cerquita está la playa, puedes aprovechar para darte un baño o hacer surf, cuidado con las olas.
Fuentes: Enciclopedia Visual Salvat, Wikipedia, Viajalo.es, Viajando por Japón, A Japón, Senderos lejanos.