Verdaderos rincones japoneses que puedes encontrar por Madrid:
Propuestas asequibles y alternativas de la gastronomía japonesa que no debes dejar de visitar.
No es pescado y arroz blanco nuclear todo lo que reluce de El País Sol Naciente. El ‘Ramen’, el ‘Okonomiyaki’ o las brochetas ‘Yakitori’ son algunos de los deliciosos nombres propios que debes tener en cuenta para no perderte nada de la cultura gastronómica que ofrece Japón.
Por suerte, existen ciertos lugares en nuestro país que se están encargando de expandir la fenomenal variedad culinaria que alberga uno de nuestros rincones favoritos en el mundo Oriental. Hoy queremos recomendarte unos cuantos rinconcitos de Madrid. Prepara los ‘hashi’ y la lengua, que vienen ricas curvas.
Restaurante Ran Ran tei:
Afincado en Calle de Orense, número 26 posterior. Su dueño, un tal Uchida, llegó a España con la ilusión de mejorar su técnica de guitarra. Por azares de la vida acabó elaborando un ‘ramen’ para una reunión de la comunidad japonesa de Madrid y el resultado fue estratosférico.
Fue entonces, allá por el 2011, cuando su madre le sugirió que abriera un negocio dedicado a este simbólico plato. Para ello, se plantó en Madrid con el dueño de cuatro tabernas (tres en Nagoya y una en Shangai) quien acabó por enseñarle su receta y permitirle cocinar en su nombre. A partir de aquí su trabajo subió como la espuma. Puedes paladear este manjar desde 9,90 euros.
Restaurante Tori-key:
Ubicado en Plaza del Descubridor Diego de Ordás, número 2, se encuentra este negocio especializado en parrilla de ‘Yakitori’. Su dueño, Hiroshi Kobayashi llegó en 2001 a nuestro país por su amor a nuestro vino. Su mayor deseo es dar a conocer la verdadera comida que toman en su hogar.
Las brochetas son elaboradas a 800 grados en parrilla eléctrica y posteriormente “rematadas” en parrilla de cabrón para darle un sabor más que especial. El pollo que emplean es de corral y español (de Lugo para más señas), siempre totalmente libre de antibióticos. Las brochetas se pueden encontrar desde poco más de 2 euros. La propia Embajada de Japón llame al local para surtir de comida algunas de sus recepciones.
Restaurante Ageyoka:
Este exquisito rincón puede ser visitado en su emplazamiento de la Calle Vergara, número 10; en él encontraremos a Noriko, su creador. La especialidad de la casa son los ‘Tonkatsu’ o filetes de lomo o solomillos de cerdo rebozados en harina de arroz. Crujientes y sabrosos.
Lo preparan en varias medidas y formatos (brochetas, por ejemplo). Junto a una amplia variedad de ingredientes como raíz de loto o aguacate. Su ‘Tonkatsu’ acompañado se puede probar desde 12,90.
Cafetería Wagashi Utatane:
La cosa se pone dulce. En la calle Andrés Mellado, número 43. Mercado de Guzmán El bueno, puesto 8; podréis encontrar este paraíso de la pastelería. Utako, su dueña, elabora unos ‘Daifuku Mochis’ y ‘Dorayakis’ de judías rojas o blancas que son el anhelo de todos los japoneses de nuestro país que extrañan los dulces de su hogar natal.
También podemos comer espectaculares bizcochos de varios sabores y tartas de queso mientras nos deleitamos sentados en su pequeño tatami.
Bar Shuwa Shuwa:
En la Calle Conde de Xiquena, número 12, espera este lugar para ofrecernos un sake espectacular. Fue hace cuatro años cuando la empresa importadora “Tokio-Ya” abrió este negocio para difundir esta bebida de la cultura japonesa.
Con su dueña Mayu al frente y a partir de 9 euros, el afortunado visitante podrá catar tres sakes diferentes. La anfitriona explicará todo acerca de la bodega, la elaboración y los licores. Si se dispone de reserva previa –y desde 25 euros- es posible gozar de una cata con degustación de comida desde 25 euros. Por supuesto, todas las bebidas pueden adquirirse o probarse ‘in situ’ en el lugar.