Las artes marciales abarcan un conjunto de prácticas orientadas a la preparación para la guerra y el combate. En Oriente, estas disciplinas suelen estar íntimamente ligadas a una base filosófico-moral, incluyendo ejercicios para el cuerpo, la mente y el espíritu. Influenciadas en gran medida por el contexto cultural que las rodea, las artes marciales orientales beben de las tradiciones de India y China, especialmente del budismo y el taoísmo.
En el caso de Japón, las artes marciales se vieron profundamente afectadas por diversas doctrinas, como el sintoísmo, el taoísmo, el confucianismo y el budismo zen. Dentro del taoísmo, destaca el concepto de dō (道), o “camino”, que impregna la filosofía marcial japonesa. La tradición marcial ha tenido un papel fundamental en la historia del país, especialmente durante el dominio de los samuráis (侍) o bushi (武士).
Orígenes
Las artes marciales japonesas tienen su origen en el rol de los samuráis, la clase guerrera de la sociedad medieval nipona. Esta élite guerrera, dueña de un elevado estatus dentro de la jerarquía social, se caracterizaba por su intenso entrenamiento en combate. Entre sus preciadas posesiones destacaba la katana, la espada japonesa, símbolo de su poder y destreza. La filosofía del 武士道 (bushido), o camino del guerrero, regía su código de honor y ética. (Puedes ver nuestra entrada sobe el bushido aquí).
El sumo, considerado el arte marcial más antiguo de Japón, hunde sus raíces en la religión sintoísta. Se estima que su origen se remonta a más de 1.500 años, cuando se practicaba como forma de entretenimiento para los dioses con el fin de implorar una buena cosecha. Un vestigio de esta tradición ancestral se conserva en la actualidad: la práctica de purificar el ring con sal antes del combate.
El sumo es una lucha libre en la que el objetivo es empujar al oponente fuera del ring o hacerlo caer al suelo. Los luchadores profesionales, conocidos como rikishi, gozan de gran popularidad en Japón, siendo considerados celebridades. El rango más alto dentro del sumo es el de yokozuna, un título de gran prestigio y distinción.
Al adentrarnos en los orígenes de las artes marciales japonesas, es crucial distinguir entre 武術 (bujutsu) y 武道 (budô). El bujutsu, o “técnicas de guerra”, floreció en el contexto bélico previo al período Edo, dando lugar a diversos estilos y técnicas como el kenjutsu (esgrima), kyujutsu (tiro con arco) e iajutsu (desenvainado de la espada). Con la llegada de la unificación y pacificación durante el período Edo, el enfoque comenzó a virar hacia el aspecto simbólico y espiritual, poniendo mayor énfasis en el 道 (dô) o “camino” que en el 術 (jutsu) o “técnica”. Este budo y bushido, sin embargo, se limitaban a un grupo de carácter elitista.
柔術 (jujutsu) es una antigua forma de artes marciales que se centra en el combate sin armas y manipular el poder del oponente en su lugar. Se formalizó durante el período Edo (1603-1868) y fue especialmente útil para los samuráis que estaban demasiado cerca de sus oponentes para usar sus armas, en lugar de usar jujutsu para luchar con su oponente. Con el paso del tiempo este arte marcial se tomará como base para artes marciales modernas como en el judo y el aikido (se combinan tradición y modernidad).
La Restauración Meiji marcó un punto de inflexión, con el surgimiento de numerosas artes marciales modernas a partir de las 古流武道 (Koryū Budō), o “artes marciales antiguas”. De esta forma nació el 現代武道 (Gendai Budō), o “artes marciales modernas”, que abarcaba disciplinas como el judo, el karate y el aikido.
Las artes marciales modernas
Las características descritas anteriormente se corresponden con la mayor parte de las disciplinas marciales difundidas en la actualidad. En este contexto, cabe destacar la labor del 大日本武徳会 (Dai Nippon Butoku Kai), la gran sociedad japonesa de las artes marciales fundada en 1895. Esta institución ha jugado un papel fundamental en la promoción y difusión de las artes marciales a nivel nacional e internacional.
Adicionalmente, se ha producido una mayor difusión de las artes marciales y del bushido a toda la población. Esta difusión se ha realizado a través de diversos canales, como la educación física escolar, las asociaciones deportivas y los medios de comunicación. La práctica de las artes marciales se ha convertido en una forma de cultivar el cuerpo y la mente, así como de inculcar valores como la disciplina, el respeto, la obediencia y la lealtad.
Tipologías de Artes Marciales Japonesas
Generalmente, la mayoría de las artes marciales utilizan un sistema de clasificación llamado kyu (grado) y dan (grado), los rangos de principiantes se llaman kyu, una vez que un practicante se supera, puede progresar a los niveles de dan.
Cabe destacar el término Dōjō, pues este se emplea en Japón para designar un espacio destinado a la práctica y enseñanza de la meditación o artes marciales.
¿Conoces los tipos de artes marciales que existen?
Judo: el padre del judo fue Jigoro Kanno, un pionero de las artes marciales japonesas y la educación, fue el primer arte marcial japonés en convertirse en un deporte olímpico oficial en 1964. Kano también facilitó la introducción del judo y el kendo como parte del sistema de escuelas públicas japonesas y se inspiró en las diversas formas de jujutsu para crear el nuevo sistema judo, que significa ‘manera suave’, basado en aspectos espirituales y mejorar la forma física. A los practicantes se les enseña a usar su energía en movimientos de aprendizaje que les permiten fijar a sus oponentes al suelo sin causar lesiones.
Karate Do: nació en Okinawa, con el tiempo, se extendió por todo Japón y por todo el mundo. Karate se traduce como ‘mano vacía’ un nombre apropiado ya que este arte marcial no se centra en el uso de armas, se practican cuatro estilos en Japón, el Shito-ryu (movimientos rápidos, requiere gran fuerza física), Wado-ryu (especial énfasis en la defensa y el contraataque), Shotokan-ryu (golpes rectos, patadas altas y movimientos de cadera, así como golpes a mano abierta) y Gojo-ryu (similar al kung fú, destaca principalmente por contar con ejercicios con pesas y cargas y cuenta con técnicas de respiración específicas, que tienen como objetivo mantener la resistencia del cuerpo durante el combate).
Aikido: se traduce como el camino del espíritu armonioso, fue fundada por Morihei Ueshiba, un maestro de varios tipos de artes marciales, en 1920. Se basa en la utilización de la energía del oponente para derribarlos, no se trata de derrotar al oponente, sino ser suave y alcanzar un equilibrio mutuo y armonía, priorizando los tiros rápidos y los bloqueos. Si los practicantes lo hacen correctamente, son capaces de pasar por las formas sin lastimarse a sí mismos o a sus oponentes.
Kendo: sus raíces provienen de las espadas tradicionalmente utilizadas por los samuráis, de ahí el nombre de kendo, que se traduce como ‘el camino de la espada’. Este arte marcial se centra en el uso de espadas de bambú llamadas shinai, mientras el kendo-ka usa equipo de protección y cascos para evitar lesiones. Los practicantes deben ser equilibrados en cuerpo y mente, usando gritos llamados kiai, al hacer huelgas para demostrar su equilibrio de espíritu, esto consisten en hacer huelgas a una de las áreas protegidas (la cabeza, garganta, torso, o muñecas) para ganar puntos, haciendo que este arte marcial extremadamente rápido y emocionante, aunque hay bastantes reglas con respecto a las filosofías espirituales y equilibrio, ya que ambas manos necesitan estar en la espada, los pies necesitan estar en equilibrio (no se puede estar cayendo o desequilibrado), y el kiai necesita ser escuchado correctamente.
Kyudo: trata el tiro con arco japonés, que se traduce como ‘el camino del arco’. Es un arte marcial que requiere madurez y disciplina para dominar, con larga historia que se remonta al período Yayoi, fue importante para la cultura samurai, se debe esperar que los samuráis sobresalgan en el tiro con arco a caballo (yabusame) con el fin de aumentar la disciplina espiritual además de las otras artes marciales que practicaban. El tiro con arco permitió ataques de largo alcance mientras estaba en movimiento sin que los oponentes contratacaran rápidamente, con el paso del tiempo se fue utilizando menos para el combate por la introducción de armas en Japón y se enfocaba más en el entrenamiento espiritual y la disciplina, trabajando en la destreza, el enfoque y la armonía entre los dos. La Federación Kyudo de Japón afirma que el objetivo general de kyudo es el shinzenbi (verdad, bondad, belleza), arqueros aspiran así a disparar con veracidad y bondad en su espíritu. El diseño del arco para este arte marcial es asimétrico, diferente del arco occidental y permite a personas de diferentes fortalezas físicas competir de manera justa.
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