Santuario Itsukushima: El santuario Itsukushima (Âé≥Â≥∂Á•ûÁ§æ, Itsukushima-jinja) situado en la isla de Itsukushima, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tiene la particularidad de estar edificado sobre el agua. Esta insólita ubicación le ha causado muchos problemas de erosión por lo que ha sido muchas veces restaurado. El culto del santuario es sintoísta y el color rojo de los edificios se debe a que los fieles pensaban que pintándolos de ese color alejaban a los malos espíritus. La estructura del fondo, en plena costa, se conoce como gran torii (arco) y es el símbolo de la isla de Miyajima
Fushimi Inari-Taisha: El templo del agua pura (‰ºè˶ãÁ®≤Ëç∑§ßÁ§æ) se encuentra en Fushimi-ku, Tokio, y es uno de los principales del culto sintoísta dedicado al espíritu Inari, patrón de los comerciantes. Su origen es muy antiguo y es especialmente conocido por sus toriis superpuestos que dan la sensación hallarse en un tunel. En estos rojizos arcos cada familia de comerciantes inscribía su nombre para así ganarse el favor del dios. Si os gusta caminar es el sitio idóneo.
Amanohashidate: Es un banco de arena lleno de vegetación, pinos sobre todo, que divide la bahía de Miyazu en dos y recuerda a nuestra Manga del Mar Menor. Amanohashidate significa en japonés “puente de cielo” (§©Ê©ãÁ´ã) y tiene 3,6 kilómetros de largo. Es típico de allí que la gente se coloque de espaldas a la bahía y agache la cabeza entre las piernas para así tener la sensación de ver el puente en el cielo (es incómodo pero merece la pena la imagen).
Castillo de Osaka: El castillo de Osaka (§ßÈò™Âüé) fue mandado edificar por Toyotomi Hideyoshi, un poderoso samurái , en el siglo XVI, la construcción tardó sólo tres años en terminarse. Fue destruido por Tokugawa Ieyasu y reconstruido por Tokugawa Ideata en 1620. Es el símbolo de la ciudad de Osaka y los japoneses suelen pasear por sus jardines floridos en primavera.
Jardín Nacional Shinjuku Gyoen: En la caótica ciudad de Tokio se encuentra este paraíso verde. Shinjuku Gyoen (Êñ∞ÂÆøÂæ°Ëãë) es un remanso de paz cuya belleza es única en el mundo. Históricamente eran los jardines de una familia noble, los Naito. Posteriormente pasó a las manos del emperador japonés y en la actualidad es un jardín público que se puede visitar. En él se mezclan un jardín tradicional japonés, un jardín inglés y uno francés. Y se pueden ver muchas especies vegetales como cerezos, arces, azaleas, crisantemos y orquídeas. Una delicia para los sentidos.
Byodo-in: Es un templo budista que podemos ver si visitamos la ciudad de Uji, en la prefectura de Kyoto. Fue mandado construir por el poderosísimo Fujiwara no Michinaga, del clan Fujiwara, como lugar residencial. Después fue reconvertido en templo por Fujiwara no Yorimichi. El edificio de la foto es lo único que queda y corresponde al salón del Fénix (È≥≥Âá∞†Ç, Hōō-dō),
El monte Fuji: Es la montaña más alta de todas las islas de Japón, mide 3.776 metros de altitud y se halla en la isla de Honshu, al oeste de Tokio. Fuji significa riqueza o abundancia (ÂØ壴,). Aunque allí lo llaman Fujisan fu (ÂØå), ji (ÂØ∫) y san (±±), que significan respectivamente riqueza, samurai y montaña.Este volcán activo es el símbolo por antonomasia de Japón y como todo lugar antiguo está lleno de leyendas. La última erupción se produjo en 1707 , en el periodo Edo. Actualmente se suelen practicar ascensiones en los meses de verano, además una vez allí puedes visitar el parque Parque Nacional de Fuji-Hakone-Izu
Kamakura: Es una ciudad a cincuenta kilómetros del suroeste de Tokio, muy famosa por su Buda de bronce gigante (Daibutsu) y que conserva el espíritu del Japón tradicional. Está llena de templos y santuarios, el buda gigante se encuentra en el templo de Kotokuin, y es espectacular la sensación de paz que transmite su rostro. También puedes visitar el misterioso templo Hase-dera (templo de los niños perdidos), misterioso porque en él hay miles de estatuas de Jizo (patrón de los viajeros y de los niños muertos), depositadas por las madres que pierden a sus hijos.
Nikko: En esta ciudad de la región de Kanto se encuentra un conjunto de templos que fueron declarados patrimonio de la humanidad. El primer templo de Nikko,Shihonryu-ji, fue fundado en el 766 por el sacerdote budista Shodo Shonin. A partir de entonces siguió creciendo como lugar de culto religioso. En 1634 el Shogun Tokugawa leyasu pensó en este lugar como mausole. La pagoda de la imagen es precisamente el mausoleo de dicho Shogun, levantado por su nieto.
Castillo Himeji: Sorprende su grandiosidad y el bello entorno en el que está edificado. De época medieval, refleja el poderío de los Daymio japoneses, porque parece estar más en las nubes que en la tierra. Pero el aspecto actual se debe a la reforma emprendida por Ikeda Terumasa, destacado samurái del periodo Edo. Para visitarlo hay que ir a la ciudad del mismo nombre Himeji, al sur de la isla y relativamente cerca de Osaka. En primavera podrán ver los maravillosos cerezos floridos.
